nNo es mi intención quedarme en el cuento de que fui a ver «The Wall», el show de R. Waters, sino compartir mi sorpresa por ir a un espectáculo musical y encontrarme con que la principal atracción fue una pantalla. Claro que estuvo acompañada por la exquisita música del legendario integrante de Pink Floyd, pero «ese muro» protagonizó la velada … tanto que durante la mitad de la noche los músicos quedaron «del otro lado»….nTal vez muchos no estén de acuerdo con mi interpretación … (bienvenidas las críticas)nLa verdad que me descolocó un escenario sin músicos. No es una novedad ver pantallas en los recitales pero la increíble producción visual logró generar en mí una emoción mucho más profunda de lo que esperaba. ¡Una conjunción perfecta!nLas pantallas nos rodean y nos invitan a realizar nuevas lecturas de historias conocidas. Conocía la obra de Pink Floyd pero este muro que cobró vida me mostró una nueva obra. Resignificada, rediseñada, recreada.n¿Cuántas otras versiones podrían generar nuestros alumnos con esta misma música? ¿Cuánta Historia, Geografía, Economía, Construcción de la ciudadanía, Literatura, Matemática, Física, Inglés, Plástica, Música podrían aprender? MUCHA. ¿Quién se anima a encender la llama en ellos?
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